La influencer peruana Samahara Lobatón ha confesado públicamente haber recibido la suma de 30 mil dólares del Dr. Víctor Barriga Fong con el fin de evitar una demanda relacionada con un presunto caso de mala praxis médica. Estas revelaciones surgieron a raíz de la difusión de un video por parte de la periodista Magaly Medina, donde Lobatón admite haber recibido el dinero para no exponer la negligencia médica que habría sufrido por parte del mencionado cirujano.
En el material audiovisual, la hija de Melissa Klug relata cómo sufrió las consecuencias de un procedimiento estético mal realizado por Barriga Fong, que le causó septicemia y la sumió en un año de sufrimiento. A pesar de ello, la influencer continuó promocionando los servicios del médico en sus redes sociales y en televisión nacional, generando controversia y cuestionamientos sobre su ética profesional.
Las declaraciones de Samahara Lobatón han generado un fuerte impacto en la opinión pública, evidenciando la vulnerabilidad de los pacientes frente a posibles errores médicos y las implicaciones éticas que rodean el comportamiento de los influencers en el ámbito de la salud. Este caso resalta la importancia de la transparencia y la responsabilidad en la práctica médica, así como la necesidad de que las autoridades correspondientes investiguen a fondo este tipo de denuncias para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes.